lunes, 9 de febrero de 2009

Acerca del aprendizaje en la lectura de X. Vargas

¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
A lo largo de la lectura encontramos argumentos con los que trataremos de responder a esta interrogante.
En su libro"La mente no escolarizada" Howard Gardner, desarrolla un capítulo sobre los enigmas del aprendizaje, en el cual cuestiona la enseñanza y el aprendizaje de otro idioma, señala que pueden pasar años de aprendizaje en la curricula escolar sin que logremos el cometido de hablar o siquiera entender ese idioma. En contraste, compara el aprendizaje de los niños en su adquisición de otra lengua cuando se tienen las condiciones para ello, por ejemplo el vivir en varios países, aprendiendo así, de manera más bien informal.
Por otra parte el Enfoque centrado en el aprendizaje, que es otro de los paradigmas en boga, el cual me parece muy importante nos plantea ciertos elementos desde los cuáles podemos responder a esta pregunta.
El aprendizaje se ha vuelto muy complejo.
El aprendizaje debe constituirse en una ciencia o disciplina
El aprendizaje como contenido debe incluirse en la curricula, los maestros debemos abordar el tema con nuestros alumnos, reflexionado el como se aprende, las dificultades para aprender, las estrategias que lo potencian, así como todos los aspectos que se encuentran inmersos.
Los maestros debemos enseñar a aprender y los alumnos aprender a aprender.
Dar más importancia a los procesos que a los resultados.
Debemos conocer y seleccionar las estrategias de aprendizaje adecuadas a nuestra disciplina.
Conocer los aportes de la Neurociencia en el tema del aprendizaje.
Aprendemos con todo nuestro cuerpo
Estudiar al alumno en situación de aprender

Es posible que todos los puntos señalados nos puedan ayudar a responder lo señalado, entendiendo que debemos romper las prácticas tradicionales de la enseñanza y el aprendizaje y dar otro giro a la práctica educativa hacia cuestiones innovadoras del aprender, enseñar y evaluar. El aprendizaje no es sencillo, ni es trivial están inmersos aspectos como nuestra autoestima, nuestro ser, nuestras creencias y actitudes, en fin todo lo que somos, en situaciones que nos ponen a prueba. Al aprender, nos transformamos, nos modificamos estructuralmente, nos adaptamos, sobrevivimos, nos objetivamos y, en fin, nos humanizamos.

3 comentarios:

  1. Saludos maestra María Magdalena.

    Felicidades por su publicación.

    El aprendizaje no es sencillo, ni es trivial están inmersos aspectos como nuestra autoestima, nuestro ser, nuestras creencias y actitudes, en fin todo lo que somos, en situaciones que nos ponen a prueba. Al aprender, nos transformamos, nos modificamos estructuralmente, nos adaptamos, sobrevivimos, nos objetivamos y, en fin, nos humanizamos.

    Con ésta parte de su escrito me quedo, para análizarlo y comentarle al respecto.

    Cuando aprrendemos hay un cambio estructural en nosotros, digamos que logramos llegar a un entendimiento de nuestra realidad, lo que nos permite tomar conciencia a cerca de ella para tomar desiciones (llenas de objetividad como usted menciona) al respecto.

    ¿Cómo podría un agente externo medir el aprendizaje de otro, si éste conlleva un cambio estructural en uno mismo?

    Hasta pronto.

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  2. Hola Daniel, tus aportaciones me recuerdan un programa que tenemos en nuestra institución llamado Conversaciones con la inteligencia.
    Muy interesantes tus observaciones, con respecto de la pregunta final, es claro que un punto medular de la Reforma lo constituirá la evaluación integral del estudiante, ejercitar la autoevaluación y la coevaluación , pienso van a ser prácticas constantes, además de que debe modificarse radicalmente la idea de que la evaluación debe ser un resultado y no referirse a un proceso, por cierto de aprendizaje. Va aaser todo un reto ¿no crees?
    Buenas

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  3. Mtra. María MAgdalena:
    Lo mejor de todo es que siendo el aprendizaje tan complejo, estamos ahí para aportarle algo de nosotros. De ahí que se considera a los docentes como idealistas, y creo que tienen mucha razón.
    Ma. de los Ángeles Tabares L.

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